Este trastorno es normal en determinadas circunstancias (ante un examen, problema familiar o laboral, etc.). Sin embargo, la ansiedad y la preocupación excesivas, continuas, y difíciles de controlar hasta el punto de interferir en las actividades diarias, pueden ser signo de un trastorno de ansiedad generalizada.
En la mayoría de las personas el trastorno tiene un curso fluctuante, con empeoramiento en periodos de estrés y persistente a lo largo de los años. Es más frecuente en las mujeres que en los hombres y suele iniciarse antes de los 20 años, pudiendo existir una historia previa de temores infantiles y exclusión o inhibición social.
¿Cómo se manifiesta el trastorno de ansiedad generalizada?
La ansiedad y la preocupación se asocian a tres (o más) de los seis síntomas siguientes (y, al menos, algunos síntomas han estado presentes durante más días de los que han estado ausentes durante los últimos seis meses):
- Inquietud o sensación de estar atrapado o con los nervios a flor de piel.
- Fatiga.
- Dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco.
- Irritabilidad.
- Tensión o dolores musculares.
- Problemas de sueño.
Otros síntomas pueden ser:
- Pensar demasiado los planes y las soluciones, imaginando los peores resultados.
- Sorprenderse/asustarse fácilmente.
- Miedo atroz a tomar una decisión equivocada.
- Percibir situaciones y acontecimientos como amenazantes, cuando no lo son.
- Tener dificultad para lidiar con situaciones y sensación de incertidumbre.
- Vivir con la sensación de ser incapaz de relajarse.
- Sentir que la cabeza no descansa y que la cantidad de pensamientos, preocupaciones y anticipaciones es abrumante.
La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
¿Cómo se siente alguien con TAG?
Una persona con TAG se preocupa de forma desproporcionada por cosas normales del día a día como el futuro, la familia, la salud, el trabajo y otras responsabilidades sin ningún motivo aparente. Siempre espera que todo salga mal o que ocurra cualquier desastre. Aprecia su vida con miedo e intranquilidad, siendo difícil de controlar, afectando su día a día y la forma en que se siente físicamente.
La concentración también se ve afectada en la persona. Cuanto peor es la ansiedad, más difícil se le hace concentrarse, aumentando las posibilidades de cometer errores y siendo este otro motivo por el preocuparse.
Una persona con TAG no sobrelleva bien la sensación de incertidumbre y percibe estas situaciones como peligrosas, temiéndose el peor resultado posible. Al no saber qué hacer para tener el control de la situación, se deteriora su relación con el mundo exterior.
Llegar a ese punto significa que la persona requiere ayuda de un profesional, ya que es poco probable que las preocupaciones desaparezcan solas e, incluso, pueden empeorar con el tiempo.
¿Cuales son las causas del trastorno de ansiedad generalizada?
El trastorno de ansiedad generalizada podría ser hereditario, ya que varias partes del cerebro y los procesos biológicos desempeñan un papel clave en el miedo y la ansiedad.
Las causas externas, como una experiencia negativa o traumática y estar en un ambiente estresante, pueden aumentar el riesgo de desarrollar el trastorno de ansiedad generalizada, así como las enfermedades crónicas u otros trastornos de salud mental.
Una persona tímida que tiende a evitar situaciones peligrosas puede ser más propensa a padecer un trastorno de ansiedad generalizado.
¿Qué hacer?
Los síntomas pueden mejorar siguiendo algunas de las pautas mencionadas a continuación:
- Disminuir el consumo de bebidas con cafeína.
- Evitar el tabaco, el alcohol y las drogas.
- Respetar los horarios de sueño.
- Practicar ejercicio mínimo 3 horas semanales.
- Realizar actividades agradables.
- Practicar yoga o meditación.
- Buscar apoyo familiar o social ante cualquier situación traumática o estresante.
- Acudir a un profesional al empezar a presentar indicios de un malestar clínicamente significativo.
- Establecer prioridades en la vida, administrar bien el tiempo y la energía puede disminuir la ansiedad.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada, por lo general, se trata con psicoterapia, pudiendo combinarla con psicofármacos.
En psicoterapia, se suele utilizar la terapia cognitivo-conductual (TCC), aprendiendo a hacer lo siguiente:
- Reconocer en qué aspectos está distorsionado el pensamiento.
- Trabajar sobre el pensamiento distorsionado.
- Modificar el comportamiento en consecuencia.
También se utiliza la terapia de exposición, que consiste en exponer a la persona afectada poco a poco y en varias ocasiones a la situación que desencadena el malestar. La terapia de exposición se repite hasta que la persona logra sentirse cómoda en la situación que antes le provocaba ansiedad.
Las técnicas de relajación, yoga, meditación, nutrición y ejercicio físico también pueden ser de gran ayuda para reducir los síntomas. Actualmente, también está abordándose desde una perspectiva integradora que emplea técnicas de distintas corrientes psicológicas en función de las necesidades y características de cada persona y situación.
Los medicamentos que pueden ser eficaces para tratar este trastorno son:
- Antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN).
Se usan con frecuencia para tratar la depresión, pero también ayudan a tratar los síntomas del trastorno de ansiedad. Pueden tardar varias semanas en hacer efecto y, en ocasiones, causar efectos secundarios, como dolor de cabeza, nauseas o dificultad para dormir.
- Ansiolíticos, como las benzodiazepinas.
Son muy eficaces para disminuir rápidamente la ansiedad, pero algunas personas pueden desarrollar una tolerancia y dependencia a estos y, como consecuencia, necesitar dosis cada vez más altas para obtener el mismo efecto que antes se conseguía con menos. Además, no sirven para solucionar el problema de raíz y no se recomienda su uso continuo y a largo plazo para tratar la ansiedad.
Los medicamentos deben tomarse con precaución y siempre bajo prescripción médica.
Bibliografía
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