La infidelidad es uno de los temas más importantes dentro de las relaciones afectivas, y, además, es uno de los asuntos más delicados.
Porque no solamente confluyen los aspectos de la relación, sino que también se juntan otros muchos como los sociales, culturales, educativos, emocionales, etc. Generando un sinfín de cuestiones, dudas e inseguridades.
¿Qué es la infidelidad?
Es un concepto totalmente subjetivo y que está directamente vinculado al compromiso que la pareja ha acordado de forma consensuada. Se entiende como la vulneración del acuerdo de exclusividad, tanto sexual como emocional en una relación.
Es decir, si dentro de una relación previamente pactada con base en la monogamia, uno de los miembros de la pareja tiene o lleva a cabo interacciones íntimas o emocionales con otra persona, puede suponer la traición del compromiso o una infidelidad. Aun así, determinar qué lo es i qué no, depende de la pareja en cuestión.
Como puede evidenciarse, la traición al compromiso del vínculo tiene efectos devastadores en la persona que la ha sufrido.
Pero a su vez, es importante tener en cuenta que cuando se comienza una relación, las condiciones del acuerdo de la unión deben ser muy claras y explícitas para evitar malentendidos o malinterpretaciones de este que, en consecuencia, conllevan problemas dentro de la relación.
¿Cómo superar una infidelidad?
Una infidelidad desestabiliza tanto a la víctima (persona que la sufre) como a la relación en sí misma, que, desde ese mismo instante, comienza interiormente a sufrir un tsunami emocional, y a su vez un sinfín de cuestiones aparecen en bucle y son difíciles de disipar.
Pero, sobre todo, las que más peso tienen son aquellas en las que uno se plantea si debe perdonar lo ocurrido o terminar la relación.
En caso de decantarse por perdonar, hay que tener en cuenta que cada experiencia y cada persona es diferente, que actúa y responde ante determinadas situaciones de una forma distinta. Además, está el entorno que, probablemente, va a opinar al respecto y le va a producir un mayor sufrimiento y cúmulo de emociones además de muchas incógnitas.
Todo ello, terminará por generarle aún mayores dudas e incluso, altos niveles de ansiedad.
Es por ello, que lo primordial en estos casos es no dejar que personas ajenas a la pareja intervengan directamente y determinen, de forma categórica, de qué modo se debe actuar o qué se debe hacer al respecto.
Porque como he mencionado con anterioridad, cada relación y cada persona es distinta, y las vivencias y experiencias de la pareja ayudan a tomar una decisión u otra.
Por otra parte, se puede comentar que, sí se puede superar una infidelidad, y estos serían unos de los muchos pasos a tener en cuenta:
- Comprender los motivos de la infidelidad
Es imprescindible hablar con la pareja para intentar comprender las causas del engaño o traición.
Para ello, es importante que la comunicación se mantenga desde el respeto y no se caiga en la agresividad verbal ni en los insultos, aunque es complicado debido a que, durante ese tsunami emocional, los sentimientos son los que toman la iniciativa en esta conversación.
Por lo que la comunicación debe de ser honesta y sincera, donde se hable con sensibilidad y de emociones, y donde se pueda llegar a una mayor comprensión de lo sucedido para poder comenzar a tomar decisiones.
- Aceptar emociones
A pesar de que en un engaño se perciben las emociones con una mayor intensidad, tanta que resultan muy difíciles de gestionar por la influencia que ejercen sobre la persona, puesto que suelen ser alteraciones bastante intensas y desagradables, pero, aun así, no hay que reprimirlas.
Una infidelidad requiere en cierta medida transitar un duelo, por lo que va a venir acompañado de muchos sentimientos, recuerdos, pensamientos y, sobre todo, angustia.
Por ello, aunque sea un proceso complicado por la intensidad de las mismas, hay que aceptarlas y dejar que dichas emociones, poco a poco, vayan transitando sin reprimirlas ni tampoco recrearnos en ellas ni en el dolor que nos producen.
- No usar la venganza como método de perdón
A veces, a causa de la intensidad de estas, surge la idea, el deseo de hacer pasar a la pareja por la misma situación que nos ha creado y así nos encontraremos con ese “estar en paz” y poder comenzar el proceso de perdón.
Es un grave error que las personas tienden a cometer ya que, con él, lo que se consigue es todo lo contrario. No solamente empeora la situación, sino que la relación se puede deteriorar aún más.
O, por otra parte, ya no solamente el hecho de llevar a cabo una infidelidad como método de venganza sino más bien, el castigar al otro para que sufra el mismo dolor. Y esto, sí es bastante frecuente.
Lo que suele hacer la víctima a menudo es que hablando y actuando desde las emociones, constantemente castiga a su pareja con reproches, desconfianza, críticas y exigencias (pedir el control del teléfono, mayor atención y afecto, etc.) haciendo que la otra persona se sienta aún más culpable por lo ocurrido.
La contrapartida de esto es que en muchas ocasiones se pierde el control y se vuelve perjudicial tanto para ambos como para la relación en sí. La venganza nunca es una solución.
- Trabajar en el autocuidado
La persona que ha sufrido un engaño o deslealtad por parte de su compañerx, debe dedicarse tiempo para, progresivamente, ir sanando la situación. Por lo que el autocuidado es imprescindible para ello, tanto a nivel físico como a nivel emocional, recayendo más peso en el último.
En este punto, es importante encontrar a una persona de confianza con quien poder hablar abiertamente de la situación, sin tapujos, sin percibir juicios de valor y al mismo tiempo poder desahogarse sintiendo comprensión y cariño.
Pero, hay que tener en cuenta que no se debe caer en el monotema, por lo que debe de ser un espacio de expresión y que no induzca a recrearse en el dolor ni en la infidelidad.
- Regular y trabajar el sentimiento de culpa y rencor
Este es uno de los puntos más complejos para la víctima debido a que si el sentimiento de culpa coge mucha fuerza y ésta se deja arrastrar por el mismo, por ejemplo, si comienza a creer que se debe por no haber hecho las cosas de otro modo, o por no haber prestado la suficiente atención a ciertos aspectos, o haberse abandonado a la monotonía, etc. entre otros muchos motivos.
Además, se le suma el rencor in crescendo hacia la pareja por el dolor ocasionado y la desestabilización del vínculo. Es por todo esto que, para poder avanzar hacia el perdón o la reconciliación, es necesario poder librarse de estas dos emociones tan limitantes.
- No usar comparaciones
En consecuencia, ante la traición de la pareja o persona querida, surgen muchas comparaciones de otras relaciones tanto cercanas como ajenas por idealización de las mismas. Porque, aunque se conozcan casos de superación de una infidelidad, cada vínculo y cada persona es distinta y compararse con los procesos de otras personas y parejas, solamente incrementará la angustia y malestar que está viviendo.
Así que es más conveniente tomar decisiones propias, centrarse en las necesidades personales y aceptar que, a veces, los proyectos o vínculos afectivos pueden fallar.
- Acudir a terapia psicológica
Como se ha mencionado anteriormente, es un proceso de duelo el que tiene que recorrer la víctima, por lo que hablamos de unas fases complicadas para la persona.
Y esto significa que la ayuda de un profesional puede favorecer a que tanto la persona como la pareja puedan trabajar en ello.
Dicha ayuda servirá tanto para si se desea perdonar, por lo que tanto la terapia individual como de pareja es aconsejable, como si se desea tomar una decisión más drástica como es la de tomar caminos separados.
¿Por qué somos infieles? ¿Cuáles son los motivos?
Los motivos por lo que las personas son infieles son muchos, pero los más comunes son los siguientes:
- Insatisfacción de la pareja y tratar de buscar el equilibrio y el placer en otra persona, tratando al mismo tiempo de cubrir las carencias percibidas, pero sin hacer uso previamente de una comunicación asertiva.
- Viejos o antiguos amores que no se pudieron completar y la persona los vive como “pendientes” e idealizados.
- El peso de la rutina y la falta de deseo sexual.
- Características de los ciclos vitales. Lo que se conoce como las crisis de ciertas edades con el fin de sentirse más joven o de no desear aceptar el paso del tiempo.
- Atracción por la novedad de una persona que aporta vitalidad.
- Adicción al sexo.
- Usar la infidelidad como motivo para la ruptura debido a una característica personal de evitación.
- Problemas subyacentes de la relación de pareja
- Trastornos de personalidad tanto Narcisistas como Psicópatas, con carácter manipulador, que buscaran la satisfacción personal o el refuerzo de su ego a través de otra persona.
- Como venganza por el dolor y angustia sufridos dentro de la relación.
- Dificultades personales y emocionales como una depresión, falta de control de los impulsos, etc.
- Rasgos evitativos con marcada dificultad para establecer un compromiso real en una relación de pareja.
¿Por qué duele tanto una infidelidad?
Por el impacto tanto cognitivo como emocional que tiene sobre el individuo.
Esta repercusión se basa tanto en los pensamientos recurrentes y obsesivos, que sufre el sujeto en sí y que le dificulta un correcto desarrollo de su funcionalidad en su día a día, como un sinfín de comportamientos compulsivos.
Todo ello lleva a la víctima a una permanencia de horas y horas dentro de un bucle de dudas respecto a lo vivido y sufrido en la relación, e interrogantes sobre el futuro de esta.
Al tiempo que le producen una gran incertidumbre sobre la propia identidad y la de la otra persona, ya que fruto de la sorpresa de la situación, la persona perjudicada no reconoce a quién hasta ese momento había sido una persona de confianza.
Por otra parte, es por la gran repercusión que tiene sobre su autoestima que sufre una caída estrepitosa. Con sentimientos de insuficiencia, incapacidad, inferioridad y de pérdida de confianza en sí mismx.
Además, se suma el estado de alerta que se comienza a desarrollar desde el primer momento y de máxima incertidumbre sobre el futuro, tanto de la relación cómo de cada conducta de la otra persona, desarrollando así un cuadro celotípico hacia la pareja o incluso hacia otras personas cercanas a la persona infiel.
Y todas estas repercusiones a nivel cognitivo, de forma correlacional agravan el impacto emocional, que la víctima vive como un sentimiento devastador, con altos niveles de ansiedad, rabia, ira, venganza, resentimiento, y, sobre todo, una profunda tristeza.
¿Cuánto tiempo se tarda en superar una infidelidad?
No se puede determinar un tiempo exacto para olvidar una infidelidad.
Esto va a depender de las circunstancias de la infidelidad, de la repercusión que ha tenido sobre la víctima, de ella misma y de cómo se muestra la persona infiel respecto a la situación.
Pero si es cierto que es un proceso que requiere de tiempo y paciencia y sobre todo se recomienda ayuda terapéutica para poder transitarlo de una forma sana y menos dolorosa posible.
¿Se puede recuperar la relación después de una infidelidad?
En realidad, sí se puede recuperar, pero no es un proceso fácil y depende de cada persona.
Para ello, deben trabajar tanto la persona infiel como la víctima ya que, aunque la que sufre es la segunda, ambas partes deben de hacer un trabajo personal orientado a recuperar la intimidad y confianza en ellos mismos. Y los primeros pasos para comenzar a construir la confianza es la comunicación asertiva, hablando desde las necesidades i evitando caer en los bucles de malestar.
Aun así, hay personas que no son capaces de restablecer y recuperar la confianza con su pareja después del engaño, y es entonces cuando se debe de volver a valorar la decisión de si se puede perdonar o no. Pero, sobre todo, tiene que ser prioritaria la sinceridad con uno mismo y con los demás para ser capaz de salir de la espiral de desconfianza, que se ha creado dentro de la relación.
¿Cómo ayuda la terapia de pareja después de una infidelidad?
La terapia de pareja es muy conveniente en estos casos ya que ayuda a ambas partes a poder tomar una decisión más clara y objetiva sobre la situación. Les ayuda a valorar y a decidir, si es conveniente o no continuar, según sus experiencias y sus valores.
En caso de que se decida continuar, el terapeuta contribuirá a que ambas partes se escuchen, se comprendan y aprendan a comunicar y cubrir sus necesidades.
Además, la terapia ayuda a que ellos puedan gestionar las emociones y los sentimientos que han surgido con esta nueva situación. Es cierto que en terapia de pareja se aprende a cómo tratar a tu compañerx después de una infidelidad, ya que ambos deben de conocer su estado y actuar en consecuencia para su bienestar.
Conclusiones
Es cierto que superar una traición es complicado, complejo y difícil. Requiere de tiempo y paciencia, y, sobre todo, de amor, cuidado y cariño.
Es por ello que se recomienda con creces que, que despues de una infidelidad, se acuda tanto a terapia individual si se desea no continuar con la relación como a terapia de pareja, si se valora retomar el vínculo afectivo.
